Fangirl a los 30 y algo
¿Cómo me ha dado a mi la kfiebre en el año de nuestro señor de 2023, en el internet de Beyoncé? Pues os lo explico.
Yo, inocentemente, como le pasan a una siempre estas cosas, a principios de diciembre, con la gripe (puntualización importante), decidí ponerme a ver una de las series que Netflix me sugería. Hasta ahí todo bien. La serie en cuestión, ya lo sabréis, era Business Proposal, un kdrama de romance de oficina muy cuqui y que, a todas luces, era mi rollo.
Fue mi rollo. Tanto que desde ese momento crucial no he parado de ver series coreanas. La mayoría románticas, pero también me he tragado con gusto 30 horas de Alquimia de Almas, que es más, en cuanto al género, histórica/ciencia-ficción. Recomiendo.
Pasó la gripe, pasó la Navidad, y de vuelta a la rutina me faltó tiempo para ponerme mala de nuevo (esta vez COVID, maravilla de maravillas), y en mi semi-confinamiento autoimpuesto me dio por, progresivamente, sin darme cuenta y por supuesto sin ser yo nada de eso, hacerme fan absoluta de BTS.
¡Ni yo lo vi venir!
Y bueno, ahora que estoy dentro de este maravilloso culto, puedo decir que lo entiendo todo. Después de varios días de consumir su contenido casi en exclusiva (porque su música ya la conocía un poco), puedo decir que los vídeos que fueron mi religión, entre fiebre y mocos, son los siguientes:
- El vídeo para la canción Daechwita de Agust D (= Suga). No tengo parole.
- Taehyung rondando a Namjoon (necesito este hit en la tuna PARA AYER).
- La actuación de los Grammys 2022 (la veo por lo menos una vez cada dos días, podría decir que con la misma frecuencia y dedicación con la que me lavo el pelo, palabras mayores).
- Los dos realities In the Soop. Y aunque ponga reality, nada que ver. Es básicamente un programa en el que ves a los miembros estar de vacaciones: cocinan, juegan, pintan, cantan… etc. Es como ver un documental.
- Las recopilaciones de chorradas que hacen en su programa de variedades Run BTS y el mismo programa en sí. Este vídeo en el que intentan hacer yoga aéreo me dio dolor de abdominales de la risa, y otra cosa que me dio es la vida entera.
Este pasado fin de semana incluso hice viaje improvisado a Salamanca para ver su último concierto en Busan, que lo grabaron y editaron para que estuviera disponible en cines: BTS Yet to Come. Considerando que están en pausa hasta 2025, y que no suelen pisar Europa, me pareció lo más cerca que podría estar. Quién sabe, de aquí a 2025 me lío la manta a la cabeza, aprendo coreano y fletamos un bus del Imserso a verlos a Seúl. Desde aquí, manifiesto.
사랑해요 💜
¡Gracias por leerme! Si te gusta siempre puedes compartir el artículo, y también puedes invitarme a un café si te interesa apoyarme económicamente.